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sábado, 12 de febrero de 2011

Salarios se inflan, se pincha el colchón cambiario y los empresarios comienzan a sufrir de "insomnio"

La industria local ya tiene costos laborales más altos que los de Chile, Brasil y México. Incluso, con las futuras paritarias, se volverá tan cara como la de Estados Unidos. Así, son cada vez más los empresarios que comienzan a "replegarse" y ver a los mercados externos como un "campo minado"

Salarios se inflan, se pincha el colchón cambiario y los empresarios comienzan a sufrir de "insomnio"

Las empresas argentinas, gracias al fogoneo del consumo que lleva adelante el Gobierno, vienen obteniendo, en los últimos meses, nuevos récords en sus niveles de ventas.

Autos, calzado, indumentaria, electrónica, artículos del hogar... prácticamente en todos los segmentos se están alcanzando marcas históricas.

Sin embargo, este "veranito" que están atravesando las compañías locales pronto podría verse salpicado por algunas nubes y hasta por un repentino cambio en la dirección del viento.

No es para menos: según datos del Observatorio Pyme, en el último año 8 de cada 10 empresas se vieron obligadas a bajar el nivel de rentabilidad frente a las fuertes subas de los insumos, servicios y mano de obra.

Así es como, según estimaciones del IERAL, actualmente el nivel de rentabilidad de las industrias argentinas es un 50% inferior al promedio registrado durante los mejores momentos del actual ciclo, que fue del 2003 al 2006.

En el actual contexto, apenas poco más del 30% de los empresarios pudo lograr un aumento en el volumen de producción para disminuir la incidencia de los costos, frente a un 80% que optó por resignar ganancias o trasladar parte de las subas al precio de venta, lo que demuestra el poco margen de acción.

Sin embargo, el año promete ser más duro en materia de costos que el 2010, especialmente en el terreno laboral.

En efecto: mientras que la UIA pretende limitar las mejoras salariales al 20%, el conductor de la CGT, Hugo Moyano, se encargó de dejar en claro una y otra vez que no se aceptará ni piso ni techo al momento de negociar, habilitando el camino para que los distintos gremios se sienten a la mesa con la posibilidad de tomar la famosa "inflación del changuito" como referencia.

Sin embargo, el mayor problema que enfrentan las compañías es que, en breve, a través del diputado moyanista Héctor Recalde, la CGT volverá a la carga con el proyecto para distribuir ganancias entre los trabajadores.

En este contexto de paritarias más "duras" y el regreso a la agenda política de esta polémica iniciativa, son cada vez más los expertos que alertan que el "made in Argentina" difícilmente pueda transitar este 2011 sin sufrir consecuencias.

El polémico ex ministro de Economía, Domingo Cavallo, fue contundente al afirmar que "para la industria ya desapareció el colchón cambiario", para luego trazar las enormes diferencias entre el panorama que se abrió tras la salida de la convertibilidad y el período actual, un "revival noventista" pero con tintes muy nocivos para el sector productivo.

"En la actualidad, los costos salariales son superiores a los de 2001. Y va a ser muy difícil que los mismos puedan compensarse con aumentos de productividad, especialmente porque las empresas no cuentan ya con excedentes financieros como para hacer nuevas inversiones".

De este modo, no dudó al afirmar que "la situación del sector industrial es más peligrosa que en el 2001".

Los salarios más altos de la región
Según un relevamiento realizado por el ex ministro, el costo laboral de un trabajador industrial por hora era de u$s7 a fines de 2001.

En cambio, hoy en día, ese valor ya se ubica en los u$s13, es decir, un incremento nada más y nada menos que del 85%, medido en esa divisa.

Sin embargo, en caso de que durante 2011 las mejoras salariales alcancen el 30% y el dólar tenga una variación del 10%, el costo de la hora podría alcanzar los u$s16.

Así, el pago por hora a un trabajador pasaría a ser un 128% más alto que durante la salida de la convertibilidad y la Argentina igualaría los valores que enfrenta la industria en Estados Unidos -un país que no para de ser diezmado por las importaciones de origen asiático-.

Además, se trataría de un costo laboral que superaría ampliamente al que pagan las compañías de países como Brasil, México y Chile, a pesar de ser economías muy caras en dólares.

En la misma línea, si se toma el costo salarial industrial en función de la evolución del peso y de las principales monedas de los países con los que comercia la Argentina (real, yuan y euro, además del dólar, entre otras), se observa que este índice ya está un 15% por encima del nivel que registraba durante 1999, es decir, antes del fin de la convertibilidad.

Frente a esto, Cavallo alertó que "si durante 2011 el costo salarial sube 30% y el precio del dólar sólo 10%, como surge de los pronósticos más habituales, este índice se ubicará hacia fines del 2011 casi un 35% por arriba del nivel que tenía durante la década del 90".


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