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sábado, 9 de octubre de 2010

Paso decisivo hacia el control del espacio aéreo


El próximo martes 12 el Ministerio de Defensa, a través de la Fuerza Aérea, inaugura en Resistencia la instalación de dos radares militares donados por España a la Argentina. Están en el techo de una estación de varios pisos desde donde se dirigirá el control de los vuelos en el noroeste argentino.
Si un tema fue convertido en pasta apta para elaborar el explosivo de la demagogia política y mediática de ciertos sectores, en los dos últimos años, ese fue el de la “radarización” del país.


Según éstos grupos, la radarización incluía tanto el peligro que corrían los vuelos comerciales ante la limitación operativa de los aeropuertos, la defensa ante un eventual ataque externo militar, los vuelos ilegales en general y, en particular, la falta de control del ingreso de drogas ilícitas al país que, según el prejuicio o el conocimiento de supuestos especialistas, se realizaba mayoritariamente por el aire.

Décadas de ausencia de resolución de estos problemas habían efectivamente dejado a muchos aeropuertos del país sin radares en condiciones y la ausencia de radares militares se había convertido en un desgraciado tema clásico de la defensa nacional.

Y, por supuesto, la responsabilidad de todo el tema había pasado a ser una supuesta responsabilidad histórica del gobierno nacional.

Durante la presente gestión del Ministerio de Defensa, el tema fue enfrentado con un rápido proceso de renegociación de un contrato firmado con el INVAP, la empresa estatal de la provincia de Río Negro, para el desarrollo del prototipo y la producción de 11 radares de uso civil (2D).

El acuerdo se logró rápidamente y el INVAP logró que su prototipo fuera internacionalmente certificado.

Hoy 11 radares INVAP están instalados en los principales aeropuertos civiles del país.

Están a cargo de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), dependencia que fuera creada para transferir desde el espacio militar del Comando de Regiones Áreas de la Fuerza aérea Argentina al Ministerio de Planificación Federal.

Esta transferencia culminó la demanda largamente anhelada de poner en manos civiles el control de los vuelos comerciales.

Pero ahora lo que está pasando al frente es la instalación de un auténtico sistema de radares militares (3D, tres dimensiones).

Estos se diferencian de los civiles (2D, dos dimensiones), en que operan sobre aviones no cooperativos, es decir aquellas unidades áreas que apagan el aparato denominado “trasponder” para no ser identificados.

El radar militar capta cualquier objeto volador. La empresa Fabricaciones Militares (FM) que depende del Ministerio de Planificación firmó un convenio con el INVAP para que sea ésta empresa la que fabrique un radar militar.

Así, por la acción de esta empresa de avanzada, la Argentina se ha convertido en el único país de América Latina en construir radares civiles y militares.

La Argentina empieza a resolver su problema de control del espacio aéreo con la instalación de un centro de control del espacio aéreo para la zona noreste.

En un edificio construido junto al aeropuerto de Resistencia, con el aporte del gobierno provincial del Chaco, están instalados tanto los controles como las dependencias de alojamiento del personal que operará los dos radares que fueron instalados en su techo.

Desde allí se monitorearán los otros radares que están dispersos en la zona nordeste del país.

El desarrollo de la producción del radar militar permitirá a corto plazo colocarlos en lugares estratégicos del país, mientras se capacita el número de radaristas necesarios para su operación las 24 horas del día los 365 días del año.

Para los opositores y comunicadores que explican la realidad con escuadras y tiralíneas, pero que desconocen los problemas de la gestión, la ignorancia incluía el desconocimiento de que no sólo nos faltaba tecnología, que algunos proponían obtenerla en el extranjero con el incremento de la dependencia, sino que también carecíamos de personal formado para su operación y mantenimiento.

Ahora desde Resistencia operarán radares que monitorearán el espacio aéreo de manera permanente con una cobertura de 360 grados y un alcance de 400 km.

Con la ANAC de una parte, el avance de la radarización militar, la coordinación de la información de todos los radares en el centro que a éstos efectos posee la Fuerza Aérea en Merlo, provincia de Buenos Aires, y la transferencia en tiempo real de la misma a las fuerzas de seguridad dentro de poco tiempo, los cielos argentinos tendrán la protección de la que carecieron durante décadas.

Opositores a la violeta y comunicadores deseosos de disminuir el trabajo real del gobierno, tendrán que soportar esta verdad que la que gozará el pueblo argentino, incluida la propia minoría sectaria.

http://www.prensa.argentina.ar/2010/10/09/12719-paso-decisivo-hacia-el-control-del-espacio-aereo.php

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