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domingo, 20 de diciembre de 2009

lo nuevo del INVAP el SAC-D



El éxito y la confiabilidad de la plataforma argentina SAC, probada por el SAC-C, puede medirse por un hecho: la NASA piensa poner a bordo del próximo satélite de la serie, o SAC-D un instrumento sumamente complejo denominado Aquarius. La participación de NASA es del orden del los 175 millones dólares, e incluye al Instrumento Aquarius, el vehículo lanzador Delta-II, el segmento terreno de Aquarius y 3 años de operación del mismo.

El Aquarius medirá propiedades de todos los océanos por primera vez en escala global. Se trata de un sensor de microondas de baja resolución –íntegramente diseñado y construido en los EEUU- que puede estudiar enormes regiones de superficie marina, y mapear sus variaciones de salinidad y la rugosidad de su oleaje. Tal será el principal detector del futuro SAC-D. Pero los Estados Unidos y la Argentina emplearán esta información con fines probablemente distintos.


Vista imaginaria del SAC-D en vuelo y en posición de trabajo. El radiómetro Aquarius capta radiaciones de microondas emitidas por la superficie marina y terrestre

En los Estados Unidos, los mapas de salinidad superficial de los océanos se usarán seguramente para una comprensión más amplia del funcionamiento de la maquinaria del clima mundial. Para la NASA, Aquarius es un instrumento de ciencia básica, de utilidad académica.

Para la Argentina, en cambio, podría ser un instrumento mas aplicado a lo productivo: la salinidad en el Mar Argentino suele dar algunos buenos indicios de la ubicación de ciertas especies de valor pesquero. Pero además, el SAC-D llevará instrumentos que pueden medir la humedad almacenada en suelos de producción, y así, cruzando datos de otros orígenes, permitir una predicción de cosechas de mayor precisión.

Además del instrumento Aquarius, el SAC-D albergará sensores ópticos y otros instrumentos de utilidad también muy inmediata para la economía Argentina: ya se ha establecido que a bordo habrá una cámara sensible a cuatro bandas del infrarrojo, capaz de medir temperaturas en el suelo y dar –entre otros servicios- mapas predictivos sobre riesgo de incendio, según convenios establecidos entre la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y el Plan Nacional de Manejo del Fuego (PNMF).

Testeo mecánico de los paneles solares del satélite SAC-D "Aquarius".

Este última institución ya lleva varios años recibiendo información sobre “hot points” de la cámara noctura HSTC del satélite SAC-C, y a fecha de hoy confirma que el 90% de las detecciones del satélite han sido positivas. El SAC-D le permitirá al PNMF y a la CONAE continuar una exitosa recolección de datos, orientada a la construcción de Sistemas de Información Geográficos, software complejo con capacidad de predecir eventos de fuego en todo el país.

En lo tecnológico, el SAC-D constituye un importante avance en complejidad para INVAP. Se trata de su primer satélite realmente grande (pesará más de una tonelada), y el hecho de que la NASA lo haya seleccionado para llevar a bordo un valioso instrumento de ellos marca un hito en el reconocimiento de nuestra adultez en el área espacial.

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